La FIFA anunció que el partido que debían jugar Palestina y Arabia Saudita el próximo martes 13 de octubre ha quedado pospuesto hasta nuevo aviso. La razón de esto es un largo pleito que ambas federaciones de futbol traen entre sí, respecto a donde jugar el encuentro. Nada se ha dicho en México sobre esto, así que aquí tenemos la historia.
Logo de la Asociación de Futbol Palestina. Fuente: Wikipedia |
Palestina debe ser la sede del encuentro, y de hecho esta selección ya debería haber jugado en su estadio contra Arabia Saudita en la Fecha 1 de la eliminatoria. Sin embargo desde entonces Arabia puso peros para viajar a casa de su oponente, su federación citó una situación política irresoluble. En esa ocasión los dirigentes de ambos equipos se sentaron a la mesa y negociaron un cambio de sede: Palestina aceptaba jugar como visitante en Arabia, y el equipo de los halcones verdes se comprometía a resolver los problemas que le impedían el viaje para la fecha 6.
El problema fue que los árabes no hicieron esto, y con la nueva fecha del partido encima, informaron a FIFA que no podían viajar a Palestina. ¿cuál es la verdadera razón de esto? Que Palestina es un estado ocupado por Israel, por lo cual es imposible entrar a el territorio sin cruzar controles fronterizos israelíes y, al igual que muchos países de Asia, Arabia no reconoce ni tiene relaciones diplomáticas con ellos, por lo cual no quieren que su selección pase por Israel y tenga sus pasaportes sellados en aquel país, bajo pretexto de que esto sería reconocerlos.
Ante esto los árabes, que tienen influencia en la FIFA, pidieron que el juego se realizara en territorio neutral, y el organismo aceptó, moviendo el encuentro a Jordania. Pero esta decisión no cayó nada bien en Palestina, y el presidente de la Federación Jibril Rajoub inmediatamente se movilizó para rechazarla.
Palestina no sólo citó el acuerdo previo con los árabes, sino que defendió el derecho que todo país del mundo tiene a jugar sus encuentros de local en su casa y ante su público, un derecho que la FIFA no tenía razón de quitarles. Efectivamente el único motivo por la que la Federación Internacional mueve juegos a territorio neutral es por seguridad. Por ello Somalia, Yemen, Irak y Siria no juegan en su casa. Pero en el caso de Palestina, este motivo no existe, por lo cual se les estaba perjudicando injustamente.
Los palestinos ofrecieron como solución que los árabes viajaran a la frontera con Jordania, donde les contratarían vuelos en helicóptero para llevar a su selección al estadio de Al-Ram, evitando el cruce de la frontera con Israel, pero Arabia rechazó esta solución y se mantuvo firme en su negativa a viajar a Palestina.
Sin embargo la queja de los locales fue lo suficientemente bien fundamentada como para que llegara a las más altas esferas de FIFA, y apenas un día antes de su suspensión, Jossep Blatter tomó una de las pocas buenas acciones que ha tenido, echando para abajo la decisión de sacar el partido de Palestina. Entre otras cosas se habló del partido de la jornada 4 cuando los Emiratos Árabes Unidos, otra nación que desconoce la existencia de Israel, viajó a Palestina y cruzó los controles fronterizos israelíes sin ningún problema ni queja. Si ellos pudieron, ¿por qué iba a ser Arabia incapaz?
La FIFA dio tres días a Arabia para presentar un documento formal que justificara su imposibilidad de viajar a Palestina, tras lo cual se tomará una decisión definitiva, pero en el entretiempo el martes 13 no se disputará el juego.
Quedan tres escenarios abiertos. La FIFA decide apoyar a Arabia y mover definitivamente el partido, la FIFA apoya a Palestina y deja el partido en Al-Ram, siendo que Arabia acata la decisión y juega o, en el mismo caso anterior, Arabia no hace el viaje y pierde el partido por abandono.
Federación de futbol de Arabia. Fuente: Wikipedia |
En el primer caso se daría un golpe muy fuerte al futbol palestino. Durante años la federación ha visto todos sus esfuerzos de desarrollarse bloqueados por Israel, quien como fuerza ocupante ha prohibido la celebración de partidos, ha negado pasaportes a jugadores palestinos o ha recurrido a muchas otras triquiñuelas. No ha sido hasta el año pasado cuando Palestina logró resolver estas trabas, tras lo cual ha empezado a jugar en casa y a alcanzar éxitos como jugar la pasada Copa Asiática. Si todos estos esfuerzos fueran echados por tierra al apoyar a un equipo que se niega a ser visitante daría un duro golpe al desarrollo del deporte, el propio Rajoub ha dicho que si no pueden jugar en casa, estarían negando el derecho de Palestina a tener una selección. Uno de los muchos esfuerzos que han hecho para legitimarse como estado.
El segundo caso sería la solución ideal, y en cualquier caso toda la bronca que ha habido es sin duda un ingrediente que nos daría un encuentro muy importante más allá de los puntos en juego, pues con los ánimos encendidos por los problemas políticos, el orgullo nacional los dos equipos tendrían más de un motivo para buscar una victoria que no sólo sería deportiva sino moral. Los palestinos han llamado a los árabes a solidarizarse con ellos, diciéndoles lo importante que es para ellos jugar en casa, y argumentando que "el visitar al prisionero no significa reconocer al carcelero", pero todo ha caído en oídos sordos, lo cual ha dolido al equipo que representa la única causa política que une a todo el mundo musulmán.
Finalmente el tercer caso, fuera de que dejaría con mala imagen a Arabia y le costaría tres puntos, no tendría mayores consecuencias más que el que los líderes de grupo dilapidarían la ventaja de 5 que hoy tienen sobre el segundo. Cosa que en su situación actual no parece ser grave, pero si los obligaría a definir el pase hasta la última fecha, además devolverían la vida a Palestina que recuperaría terreno. Eso si, quedaría una imagen negra sobre ellos, pues habrán puesto la política sobre el deporte y la solidaridad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.