El Comité Olímpico Internacional pinta para tener por segunda vez consecutiva una muy frustrante elección de la sede de los Juegos Olímpicos.
Budapest, capital de Hungría, y una de las tres ciudades que aún competía por organizar los Juegos Olímpicos de 2024 anunció que retiraría su candidatura.
Con ello, solamente dos ciudades siguen en la competencia para ganar el derecho a organizar las olimpiadas 2024: Los Ángeles y París.
Budapest ya había logrado superar tres etapas de evaluación por parte del COI y estaba lista para formar parte de la votación final, programada para septiembre, siendo la única ciudad que aspiraba a celebrar los juegos por primera vez. De acuerdo a sus organizadores era la candidatura más acorde con los nuevos principios de la Agenda 2020 del COI, que pretende hacer más sustentable y económica la organización de unos Juegos Olímpicos, permitiendo a ciudades y países más pequeños ser parte de la máxima fiesta deportiva y evitando que las ciudades organizadoras incurran en costos excesivos, que terminan por causarles graves problemas económicos como fue el caso de Atenas y Sochi.
Pero por más esfuerzo que el COI ha hecho en convencer al mundo de esta agenda, hasta ahora no ha dado resultados, y encontrar una ciudad dispuesta a celebrar unos Juegos Olímpicos se vuelve cada vez más difícil.
En un principio, el apoyo a Budapest 2024 fue grande, y en el parlamento de Hungría se decidió avanzar con el proyecto con una votación que dio una amplia mayoría a favor.
Pero entre la ciudadanía fue surgiendo un grupo de gente que, como suele ocurrir, opinaba que el gasto necesario en celebrar el evento era excesivo, y que era mejor ocuparlo en otras obras de infraestructura. Este grupo fue acumulando firmas para obligar al gobierno a celebrar un referendo. El movimiento se llamó Nolimpia y finalmente juntaron 266,151 firmas, el doble de las necesarias para celebrar la votación pública.
El Comité Organizador de Budapest 2024 había advertido que de celebrarse un referendo, retirarían la candidatura, sin esperar el resultado, pues la única forma de que los Juegos Olímpicos tendrían éxito es si todo el país los apoyaba.
Y si bien por un momento parecía que la decisión se retrasaría, una reunión entre el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, y el alcalde de Budapest, Istvan Tarlos acabó con toda esperanza.
Encuestas de opinión indicaban que más del 50% de la población no quería los Juegos, y sólo el 33% los apoyaba.
Hasta ahora la única declaración oficial ha sido la del Comité de Atletas Húngaros, quienes se dijeron profundamente entristecidos por la decisión. El Facebook oficial de la candidatura también cambió su colorido logo por otro en blanco y negro en señal de luto.
La decisión de Budapest 2024 de retirarse de la organización de los Juegos Olímpicos de 2024 no es la primera en este proceso que lleva dos años y que inició con cinco candidatos.
Boston, en Estados Unidos, que había sido elegida como candidata por ese país, fue la primera en retirarse de la competencia por rechazo de la población, aunque finalmente la nación norteamericana se mantuvo en competencia al remplazar esa candidatura por la de Los Ángeles.
Después de eso los alemanes, que habían inscrito a Hamburgo, desistieron después de que una votación marcó que el 51.6% de sus habitantes rechazaron el evento.
Finalmente Roma, capital de Italia, retiró su candidatura después de que una nueva alcaldesa, Virginia Raggi, quien se oponía a celebrar los Juegos Olímpicos de 2024, dijo que su gobierno no daría ningún apoyo al evento, volviéndolo inviable.
El proceso se resuelve así de modo muy similar a lo que ocurrió en la votación de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, cuando una ciudad candidata tras otra fueron abandonando la carrera, hasta que finalmente el COI sólo tuvo dos ciudades entre las cuales elegir, Pekín y Almaty. La votación favoreció por escaso margen a la capital de China, a pesar de que su propuesta era muy cara e iba en contra de los Juegos Olímpicos económicos que la agenda 2020 marcaba.
Tanto París como Los Ángeles tienen gran experiencia olímpica y ambos compiten por celebrar el evento por tercera vez en su historia.
Los Ángeles ya los organizó en 1932 y en 1984, mientras que París lo hizo en 1900 y 1924, con lo que 2024 marcará un siglo sin que la capital francesa organice los Juegos Olímpicos.
En el caso de París, la seguridad es vista como su principal punto débil debido a que la ciudad ha sido víctima de diversos ataques en fechas recientes. En el caso de Los Ángeles, la presencia de Donald Trump y su discurso xenófobo, discriminatorio y de puertas cerradas es visto como contrario al espíritu olímpico.