El viernes en la eliminatoria de Europa rumbo a Rusia 2018, Alemania se dio un paseo en San Marino, selección a la que derrotó por 8-0.
Pero fuera de la cancha, el pequeño país en los montes de Italia, se apuntaron una goleada moral de 10-0 sobre los teutones.
San Marino 0-8 Alemania |
Esto, después de que el delantero y estrella alemana, Thomas Müller, criticara la necesidad de jugar ante equipos tan malos.
Müller dijo que era absurdo jugar partidos tan desequilibrados, sobre todo por la cargada agenda de partidos, y por el hecho de que ante ellos San Marino no puede sino defenderse a patadas.
"Me pregunto si estos juegos no son un riesgo innecesario para nosotros".
El presidente del Bayern Munich y ex futbolista Karl-Heinz Rummenigge se sumó a las quejas, argumentando que San Marino no tiene nada que ver con el futbol profesional.
Ante estas quejas, San Marino quedó decepcionado, acusó a Alemania de ser unos abusivos que creen ser dueños del futbol.
A través del presidente del Comité Olímpico de San Marino, Alan Gasperoni, el país exigió una disculpa a Müller por su arrogancia, y les dio 10 razones por las cuales el partido resultó muy importante.
Primero, dijo, el partido sirvió para demostrarte que no puedes marcar un gol ni siquiera ante equipos tan malos como el nuestro, "y no digas que no quedaste molesto cada vez que nuestro arquero Simoncini paró tus tiros".
En segundo lugar, sirve para hacerle claro a tus dirigentes, que ellos no son dueños del futbol, sino que este es un deporte que pertenece a todos los que lo aman, entre los cuales, estamos nosotros.
Sirvió para recordar a cientos de periodistas que aún hay personas que juegan sólo por hacer realidad sus sueños, y que no se someten a tus reglas.
Sirvió para demostrar al mundo que ustedes en Alemania no han cambiado y que siguen creyendo que abusar de los débiles es un camino a la victoria.
Como quinto punto Gasperoni le dijo que el juego demostró a los 200 futbolistas de San Marino que lo que sus técnicos siempre les dicen es verdad, y que todo su esfuerzo y sacrificio los puede llevar algún día a jugar contra los campeones del mundo.
En sexto lugar le demostró la importancia para San Marino, del dinero que recaudaron por derechos de imagen, mismo que no sólo cubre el salario de Müller, sino que invertirán en escuelas y en neuvos estadios.
"Nuestra Federación está construyendo un nuevo estadio en una lejana villa llamada Acquaviva. Usted podría pagar esa cancha con seis meses de su sueldo, nosotros lo haremos con los derechos de transmisión de este partido".
En los últimos puntos, le dijeron que sirvió para que San Marino apareciera en las noticias por una buena razón, como lo es el deporte, para hacer a su país un poco más feliz al recordarles que tienen una auténtica selección nacional.
Le muestran que sirvió para que su compatriota Serge Gnabry, debutara con la selección alemana marcando tres goles, y finalmente para él se diera cuenta que debajo de sus hermosas botas Adidas, usa calcetines blancos como todo el mundo.
Ni Thomas Müller, ni la Federación Alemana han respondido a la carta de San Marino ni ofrecido disculpas.
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