Quitando a los equipos debutantes, Senegal es el país que participará en la Copa Mundial de Rusia 2018 con menos experiencia de todos. La selección africana solamente ha tenido una experiencia previa participando en el máximo evento futbolístico. Pero se trató de una experiencia memorable y que aún es recordada por aquellos que la vieron.
Sin estar entre los favoritos, Senegal no está descartado para llegar lejos en Rusia 2018, pues ya probaron ser un equipo capaz de sorprender y vienen como uno de los países con mejores perspectivas de África.
Vamos a conocer su breve pasado.
Historia de Senegal en la Copa Mundial
La eliminatoria
La clasificación de Senegal a la Copa Mundial de Corea del Sur/Japón 2002 fue sorpresiva, pues antes del cambio de siglo el equipo ni siquiera se había acercado a participar en un mundial, formando parte de los equipos del montón en África.
Desde su primer intento en 1970 hasta 1986, los leones de Teranga sólo consiguieron dos victorias, y para Italia 90 declinaron incluso la oportunidad de participar.
En Estados Unidos 94 llegaron al menos a la ronda final de la eliminatoria, pero ahí se despidieron en un grupo que contenía a Marruecos y Zambia con un solo punto, y en Francia 98 volvieron a ser eliminados en su primer partido al caer ante la selección de Togo.
Tras la Copa Africana del 2000, Senegal contrató al técnico francés Bruno Metsu, quien cambiaría la cara del equipo y los impulsó a ser mejores. Metsu, con experiencia en la liga francesa, había perdido el interés en el futbol, pero declaró que la ambición de los africanos lo impulsaron a regresar al juego, y tras seis meses en Guinea, equipo al que renunció por la falta de infraestructura y seriedad de su Federación, se mudó a Senegal.
Para clasificar al mundial, los leones tuvieron una lucha cuerpo con cuerpo con Marruecos, una de las mejores selecciones africanas en Francia 98 y gran favorito en el grupo. Los equipos acabaron empatados a 15 puntos, pero Senegal tuvo una mejor diferencia de goles tras golear 5-0 a Namibia en la última jornada para ir al mundial.
La fase de grupos
Senegal sólo tenía a su favor una cosa, en pasadas copas mundiales siempre una selección de África sorprendía y pasaba de ronda, y dado que fueron subcampeones del continente ese mismo 2002, parecían de los mejor equipados para lograrlo. Aunque el campeón Camerún, o bien Sudáfrica que estaba en un grupo accesible parecían mejores opciones.
La suerte de Senegal pareció sellada después del sorteo que los ubicó en el mismo grupo que el campeón defensor y gran favorito, Francia, de quien sería el rival en el partido inaugural. Estaba claro que Senegal venía para ser una víctima de los galos, ante quienes tendrían que luchar para recibir la menor cantidad de goles posible, y luego tratar de rescatar algo ante Dinamarca o Uruguay.
Sin embargo la suerte empezó a sonreír a los senegaleses cuando la estrella de Francia, Zinedine Zidane, no se recuperó de una lesión, por lo que se anunció que no estaría presente en el primer juego. Un golpe para Francia, pero aún así no suficiente para que muchos se atrevieran a apostar siquiera por el empate.
Pero, Francia sin Zidane fue un desastre, y Senegal mostró que no sólo traían velocidad y fuerza física. Ante una defensa y medio campo limitados, los africanos se mostraron valientes y ofensivos, y El Hadji Diouf fue la estrella africana al generar la mayoría de los ataques, entre ellos la jugada que, de rebote, permitió a Bouba Diop marcar el único tanto del encuentro.
Francia atacó con ganas, pero sin talento y mostrando muy poco de aquello que los llevó al campeonato, y defendiendo con inteligencia Senegal llegó hasta los 90 minutos conservando la ventaja y logrando una de las sorpresas más célebres de la historia de la Copa Mundial.
Senegal continuó su campaña contra Dinamarca, y logró venir de atrás para sacar un empate a un gol que demostró que su primer triunfo no fue casualidad. Con ello quedaron al borde de los octavos de final, requiriendo solo de no perder ante Uruguay en el último partido.
Fue el partido con más goles del grupo y un duelo de contrastes donde pareció que cada equipo jugó sólo durante 45 minutos.
El primer tiempo fue de Senegal, que sin tener la posesión si tuvo el futbol, y cada que los charrúas se descuidaron contraatacaron para marcar un gol, dejando el marcador por 3-0 a su favor al descanso.
Para la segunda mitad los africanos salieron a defenderse y dejaron a Uruguay crecer, los charrúas, desesperados, no desaprovecharon y marcaron 3 goles más, pero el empate dio el pase a los senegaleses como primeros de grupo.
En su debut ya estaban en los octavos de final dejando fuera a dos ex campeones del mundo.
La fase final
Su rival de octavos de final fue otra revelación, Suecia, quienes eliminaron a Argentina y ganaron el grupo de la muerte.
Senegal empezó nervioso y desconcentrado y sus errores permitieron al vertical equipo sueco hacer daño desde el comienzo del partido, cuando se pusieron al frente 1-0. Pero los africanos mejoraron hacia el final de la segunda parte y Henri Camara marcó el empate al 37. Fue de lo poco que hubo para contar en un juego de baja calidad que acabó así en los 90 minutos y se fue a tiempo extra.
Con la regla del gol de oro vigente, suecos y senegaleses salieron a matar o morir en el agregado, y los escandinavos se quedaron a nada de ganar el juego cuando un fuerte tiro se estrelló en el poste izquierdo.
Pero después de esta jugada, Senegal no perdonó, al 114 Camara volvió a brillar y venció a una fallida defensa sueca marcando el gol que ponía fin al partido.
Era la segunda vez en la historia que un equipo de África llegaba a los cuartos de final, y la única vez que uno lo ha logrado como debutante. Desde la campaña de los leones en 2002, solo una selección más, Ghana en 2010, ha llegado tan lejos.
Se presentó en cuartos de final un duelo donde nadie tenía nada que perder, pues otra sorpresa del mundial, Turquía, era el próximo rival de Senegal. Nadie esperaba ver a ninguno de ellos entre los mejores de la competencia cuando el campeonato comenzó, pero ahí estaban, disputando un puesto entre los cuatro mejores.
Fue el peor partido de Senegal, que aunque fueron explosivos, también fueron desordenados y se vieron constantemente superados por los turcos tanto en táctica como en jugadas. Pero pese a su dominio, Turquía nunca pudo hacerse presente en el marcador y el juego se fue a tiempo extra.
Sin embargo, apenas comenzado este periodo, Turquía finalmente marcó un gol que merecía hace mucho, y al ser de oro acabó la historia de cenicienta de los senegaleses.
Pese a ser una agradable sorpresa, los leones de Teranga no volvieron a un mundial hasta este 2018.
Su técnico fue uno de los futbolistas que fueron parte de ese sorpresivo equipo.
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